Servicios

Tratamiento global para todas las edades

Niños

El tratamiento en niños pequeños (a partir de 3-4 años) tiene como objetivo favorecer el crecimiento y desarrollo normales.

Se trata el hueso, se mejora la función para que los dientes permanentes salgan en el mejor sitio posible y funcionen correctamente, es decir, para que pueda masticar por ambos lados de forma alternante.

No hay que esperar a la erupción de los dientes permanentes porque se pierde la capacidad de actuar en el factor más importante, el hueso, y porque se retrasa la rehabilitación de funciones como la deglución, fonación, respiración y masticación, todo ello fundamental para el correcto desarrollo del sistema. Si el niño no necesita tratamiento se realiza un seguimiento para controlar la evolución correcta del crecimiento y recambio dentario.

Adolescentes

La revisión para los tratamientos ortodóncicos convencionales conviene realizarla antes de que se caigan los últimos molares de leche.

Esto nos permite ganar espacio para el alineamiento de los dientes permanentes, generalmente entre los 11 y 12 años, facilitando una erupción más ordenada y evitando apiñamientos.

Sin embargo, cuando la maloclusión tiene su origen en un problema esquelético, puede ser necesario esperar hasta después del pico de crecimiento para iniciar el tratamiento. Esta espera estratégica permite abordar los problemas esqueléticos en el momento más adecuado, aprovechando el crecimiento natural del paciente y evitando posibles modificaciones adversas del resultado final. Al esperar este periodo crucial, se maximiza la eficacia del tratamiento ortodóncico y se asegura una corrección más estable y duradera.

Adultos

Los pacientes adultos pueden también beneficiarse de los tratamientos ortodóncicos.

Existen diversas alternativas estéticas a los brackets metálicos convencionales, como los brackets cerámicos, que se mimetizan con el color de los dientes, y los alineadores transparentes, que corrigen el alineamiento dental sin brackets y son removibles y discretos.

Estas opciones permiten a los pacientes elegir el método que mejor se adapte a sus necesidades estéticas y de comodidad, sin comprometer la eficacia del tratamiento.